Cuando pasamos por problemas, pruebas, traiciones, y varias circunstancias que intentan
desanimarnos y hacer disminuir nuestra fe; en esos momentos pareciera como si Dios se ha
olvidado de nosotros y lo único que nos queda son sus promesas y el Espíritu Santo, el cual nos
dice “no te rindas hijo mío, yo siempre estoy a tu lado.”
Hebreos 13:6 NTV
Así que podemos decir con toda confianza:
El Señor es quien me ayuda,
por tanto, no temeré.
¿Qué me puede hacer un simple mortal?
Las tormentas nos permiten conocer al único al que las aguas y los vientos obedecen, al único
capaz de calmarlas o acabarlas, el único que nos puede llevar a un puerto seguro… DIOS
Marcos 4:39 NTV
Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: ¡Silencio!
¡Cálmense!. De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma.
Cuando me sentía que no valía nada, pensaba “Jesús me amó tanto, que dio su vida por mí; y en
la cruz quedó registrado cuánto valgo."
Romanos 5:8 NTV
pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros
cuando todavía éramos pecadores.
Dios me ensenó a perdonar. El perdón es como una llave en tus manos que te permitirá entrar a
un estado de completa paz, tranquilidad, sanidad, y alegría.
Mateo 6:12 NTV
y perdónanos nuestros pecados,
así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros.
Dios es la única fuente de amor, ahí comienza la sanidad porque el amor sana, pues Dios es
nuestro sanador.
Salmo 147:3 NTV
Él sana a los de corazón quebrantado
y les venda las heridas.
No puedo volver atrás y cambiar el pasado, pero puedo comenzar de nuevo.
Le doy gracias a Dios por mi proceso porque me permitió conocer el verdadero amor, ese amor
que no falla, ese amor incondicional, ese amor que lo da todo, el amor de Dios.
Romanos 5:5 NTV
Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama
Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.